La verdad es que, aunque haya pasado tiempo, desde la última vez que quede con Cristina para poder hacer algo, la sensación de volver a repetir me mantenía ilusionado y no es para menos, pues la simbiosis que nace entre los dos hace que la aventura se acrecente exponencialmente.
La zona elegida, es uno de los rincones más bellos del Berguedà, no tan solo por la solitud de sus enormes prados verdes adornados de follajes con tonalidades ocres y tostados, a la vera del pueblo abandonado o semi-abandonado de Peguera donde pastan en tranquilidad reses que seguramente serán destinadas a ensalzar un maravilloso plato gastronómico regional.
La cresta en si, esta destinada a usuarios noveles dado la baja dificultad de la misma, así como la correcta equipación e incluso el grado de verticalidad que la hacen bastante moderada, cosa que no quita que durante sus 2-3 horas de recorrido disfrutemos de unas vistas magnificas y de unas buenas sensaciones.
Para empezar debemos de trasladarnos a través de la C-16 hasta pasar la central termica de Cercs, donde observamos un desvío a los pocos metros a izquierdas por la BV-4025 dirección Figols, Fumanyá, Sant Corneli. La carretera va ascendiendo y tras pasar un núcleo de viviendas habitadas y el desvío hacia el "Jou" continuamos la carretera hacia Rasos de Peguera, dejando otro desvío a derechas hacia Vallcebre, tras haber circulado aprox. 8 kilómetros y haber pasado varias tapas metálicas de recogida de agua nos desviamos a izquierda con cartel indicador hacia "Peguera", entrando en una pista de tierra descendente transitable con un turismo(Seat León) aprox. 2 kilómetros.
Aparcamos para evitarnos complicaciones antes de "la Font de Cal Coix" en una curva amplia, y ya con el material en 10 minutos a pie llegamos bajo los restos del pueblo.
La cresta en cuestión no es la primera que vemos a los pies de los edificios derruidos si no que debemos de ascender por los prados salvando el cercado eléctrico, hasta superar por la izquierda la primera cresta y ver la segunda a unos 500 metros aprox. siendo de forma bastante más redondeada y arbustiva que la primera.
Iniciamos desde la derecha hacia izquierda, superando el primer tramo bastante fácil donde alternamos un caminar con alguna que otra grimpada como digo salvando la vegetación. Poco a poco la cosa se anima y tenemos un filo rocoso plano horizontalmente donde poder notar el vacío a ambos lados pero con un parabolt al final para poder asegurarlo, desde aquí alternamos pequeñas grimpadas subiendo y bajando aunque ninguna supera el III grado, y donde muchas se pueden esquivar, pero si optamos por esta opción, pierde todo aliciente.
En un momento dado divisamos una instalación de rapel para salvar un desnivel que es fácilmente destrepable, pero haya cada uno.
Sorteamos otro destrepe un poco más adelante donde esquivamos las ramas de varios pinos y topamos con el paso clave del día, una chimenea que no llega a los 7 metros, equipada con químicos en el lado izquierdo (tres) y donde subimos en "X" sin ninguna complicación (IV), desde aquí continuar alternando subidas y bajadas hasta la zona más esbelta de todo el recorrido, con filos agudos que se pasan fácilmente, encontrándonos con un rapel de unos 12 metros con instalación.
Al llegar al final de este descenso, podemos dar por finalizada la cresta, pero tenemos la opción de volver al colladito existente entre el rapel y una aguja afilada que esta a escasos metros y si buscamos por la ladera norte, junto a un árbol, encontraremos 2 químicos, que nos protegen el ascenso de una vía de (IV+) que nos deja superando otra chimenea con labios resbalosos y algo de roca descompuesta arriba en la cima de esta aguja.
Desde aquí otra instalación nos garantiza otro rapel de unos 15 metros aprox. algo más interesante que el último.
La vía se puede hacer enteramente en bambas teniendo el nivel necesario y en cuanto al material llevar unas 4 cintas "por si las crestas" y si os veis comprometidos algún "friend" y fisurero medio.
En cuanto al retorno una vez finalicemos el rapel, nos dirigimos a buscar el pueblo con dirección Este por un sendero descendente a través del bosque para encontrarnos de nuevo los prados y pasar junto a una balsa de agua, donde poco más tarde encontramos el camino(pista) de vuelta al coche en unos 20 minutos.
La actividad promete y es una opción más que interesante a tener presente en uno de esos días de bonanza que este año nos esta brindando.
Un saludo y que disfrutéis.
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