JACETANIA-(HUESCA).

Tal y como nos dice un popular anuncio de bebidas isotónicas, España está llena de "Pueblitos Buenos" que con el auge de la crisis esta potenciando que nuevamente, vuelva a producirse un acercamiento al medio rural, que por otro lado nunca debería haber ocurrido este distanciamiento, pero ya se sabe la industrialización, la necesidad de encontrar trabajo, los servicios y por último la comodidad hacen que aceptemos al medio urbanita como propio, perdiendo de vista a nuestros orígenes y raíces.
Es frecuente que en periodo vacacional se disponga de más tiempo y los que deseamos éste ansiado rencuentro, aunque temporal, optemos por echar a volar y que lugar mejor para hacerlo que la "Jacetania" en Huesca, conocida por formar parte del "Antiguo Aragón", denominado así, por que en esta comarca se gestó el primitivo Condado de Aragón, ya que en 1035 a la muerte de Sancho III (el Mayor) de Navarra adquiere la categoría de reino, con capital en Jaca y con (Ramiro I) como monarca.
Los adornos y tradiciones culturales afloran por doquier, encontrando unas gentes cálidas y afectuosas que parecen estar exentas de toda prisa, que valoran cual fiel devoto, las labores del campo por ser el que les suministra todo lo necesario para su subsistencia, y donde el concepto de "Ecológico" viene de serie con sus productos.
El puesto de mando lo ubicamos en la localidad de "Espuéndolas" a tan solo 15 kilómetros de Jaca, desde donde poder proyectar las diferentes excursiones con ahorro y eficiencia.
El alojamiento obviamente en casa rural "O’yerbero de Miguel Tomás", restaurada en 2011, que ofrece comodidad sabiendo combinar el estilo clásico, donde maderas nobles, suelos rústicos y gruesas paredes todo ello distribuido en tres plantas, harán de nuestra estancia un deleite, donde un salón central ampliamente acristalado, será la estancia que más juego nos de.
En total el pueblo alberga a 17 familias, que respetuosamente conviven en harmonía y donde los entornos son el lugar ideal para encontrar, calma y paz a excepción del canto del gallo que nos hará madrugar cada día por tener su corral adosado al dormitorio principal, pero salvo esta nimiedad todo será regocijo.
El correr tranquilo de mi prole y los aires frescos de los atardeceres, propician el captar imágenes curiosas del ocaso, combinadas con vistas y detalles de las abundantes flores y plantas que tapizan balcones y poyetes.
Espero que os gusten….
Saludos.