De las tres especies de víperos que habitan en la Península Ibérica, la Víbora Hocicuda o Vípera Latastei, es la que mayor terreno ocupa en nuestro país a excepción del norte. De un tamaño medio de 60 cm, se caracteriza, además de los comunes signos que la delatan como víbora, (cabeza triangular, ojos de pupila vertical y cola puntiaguda), por un pequeño apéndice o cuernecillo en la punta del hocico, del que recibe su nombre común.
El dibujo dorsal es en forma de zig-zag más oscuro que el resto del cuerpo. Como todos los reptiles tiene un periodo de hibernación que va desde finales de octubre, con llegada del frío, hasta mediados de marzo. Se alimenta de día y su mordedura, a pesar de poseer un veneno de baja toxicidad, puede causar envenenamientos graves, sobretodo en niños, ancianos o personas débiles de salud, siendo siempre indispensable el tratamiento médico, incluso la hospitalización.
En las fotos observamos la subespécie Latestei Latestei, que a diferencia de su pariente la Latestei Gaditana, su comportamiento es menos agresivo.
El dibujo dorsal es en forma de zig-zag más oscuro que el resto del cuerpo. Como todos los reptiles tiene un periodo de hibernación que va desde finales de octubre, con llegada del frío, hasta mediados de marzo. Se alimenta de día y su mordedura, a pesar de poseer un veneno de baja toxicidad, puede causar envenenamientos graves, sobretodo en niños, ancianos o personas débiles de salud, siendo siempre indispensable el tratamiento médico, incluso la hospitalización.
En las fotos observamos la subespécie Latestei Latestei, que a diferencia de su pariente la Latestei Gaditana, su comportamiento es menos agresivo.
La primera fue fotografiada en la sierra de Guara (Huesca), algo más pequeña y calentándose en los lapiaces de piedra caliza. La más clarita y entre la hierba se encontraba a orillas de un riachuelo en la Sierra de Albarracín.
Aquí tenéis un mejor plano donde se aprecian sus principales características.
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