VIA FERRATA REGINA(OLIANA)

Ya es hora de que vaya completando los proyectos inacabados que tengo colgados en el tintero, y como el abanico es muy amplio sin saber bien por dónde empezar Cristina y yo nos decantamos por la ferrata de Oliana que con sus 430 metros de longitud distribuidos en tres tramos al cual mejor, dan alicientes más que suficientes para hacerla no una sino tres veces ya sea por su variedad paisajística, que desde luego tiene un encanto peculiar con el pantano de fondo y los paredones con ese color canela tan acentuado lugar donde anidan abundantes rapaces como es el caso de los buitres que no dudan en dejar ver su presencia e incluso aproximarse a escasos metros de nuestras cabezas o los pasos digamos que exigentes que nos depara la vía que en algún punto nos obliga a emplearnos con fuerza. Llegamos a las 09:3o horas y en el parking junto al kilómetro 148 de la c-14 prácticamente no quedaba sitio para aparcar, un grupo bastante numeroso de gente andaba poniéndose el material de seguridad para subir hasta el inicio de la vía, la aproximación se realiza siguiendo el margen derecho del torrente que en zigzags y tomando como referencia una torreta eléctrica y en los desvíos siempre a derecha nos deja en el inicio en aprox.30 minutos. Una procesión de montañeros surcaba la pared y tuvimos que esperar unos instantes momento que nos vino bien para equiparnos cosa que no habíamos hecho. Iniciamos el primer tramo en sombra y poco a poco fuimos superando desnivel sin ninguna dificultad hasta el puente tibetano, no sin antes realizar la variante que nos lleva a una cima próxima desde la cual se obtienen unas vistas globales espectaculares. Regresando al puente el cual parece que espera ser cruzado para en ese momento agitarse con el viento del lugar para hacerte pensar en los metros que te separan del suelo y si los tirantes del mismo aguantaran en caso de contratiempo, pero más allá de temores infundados lo cierto es que no plantea ningún problema estando muy bien asegurado, este punto marca el inicio de otro tramo algo más exigente pero que se supera sin dificultades hasta llegar al colofón de esta vía, que es el tercer tramo, algo nuevo para mí ya que cuando realice esta vía por primera vez estaba en fase de construcción, y la verdad es que marca la diferencia respecto a los otros dos pues con sus desplomes acentuados que habremos de superar al menos en dos ocasiones( si aceptamos la vía de la derecha en el tramo final) nos harán notar nuestros bíceps vibrar así como el paso de cambio de pared en el cual parece que no te lleguen las bagas y el hecho de haber de adoptar una posición en "x" te impresionan. Cristina se porto como una jabata superando todo los pasos incluido la "x" sin ninguna complicación a pesar de llevar tiempo desconectada, por lo que demostró que "el que tuvo retuvo". Durante todo el día fuimos acompañados por un sinfín de compañeros que al igual que nosotros disfrutaban de la vía, pero mencionar que en ningún momento se tiene la sensación (a pesar de haber afluencia) de tardanza o de haber de esperar con el consiguiente aburrimiento, es mas tienes tiempo de hacer nuevas amistades como es el caso de dos parejas una catalana y otra de Zaragoza con las que en simbiosis superamos el paso clave del tercer tramo. Prosiguiendo poco antes del final encontramos un buzón de correos de color rojo con el libro de piadas en su interior donde poder dejar constancia por escrito de nuestros pensamientos tras tan notable actividad y superado el ultimo resalte llegamos a la cúspide de la montaña donde una serie de puntos rojos y un cartel nos marcan el retorno en 1 hora y 35 minutos, tener en cuenta que el descenso inicialmente, se realiza por un tramo equipado con lo cual no os quitéis las bagas por lo menos hasta superar los tramos más escabrosos, desde aquí hasta el coche un paseo del cual disfrutar admirando las setas otoñales que cubren el suelo del bosque por el que pasamos, en total 6 horas de plena acción que no dejan indiferente al más lanzado.