
de tubos, hierros, plasticos y trozos por doquier, así que por si fuera poco, no cortaros o pincharos con nada. Tal y como lo estoy pintando, ciertamente más de uno de vosotros dirá pues vaya sufrimiento para un barranco seco, y no vais desencaminados, pero desde luego esto desde el sofá de mi casa no se sabe, así que lo cuento por lo menos para ser realista y que luego vosotros decidáis, pues realmente el terreno es de autentica aventura, pues si os gusta salvar vegetación que os dejará marcados, perder el camino una y otra vez e improvisar no os defraudará, aunque hay que reconocer que es un descenso para coleccionistas.. En fin continuo con la descripción, al poco llegamos a un rapel muy estético donde se encadena otro en una especie de balcón y que nos animan un poco, enlazando varios más cortos no superando 20 metros ninguno de ellos. Continuamos salvando zarzas y ortigas pues el barranco esta en plan salvaje muy vestido, así que las tijeras de podar son una buena opción si queréis hacerlo. Vamos desgrimpando bloques y haciendo pequeños destrepes en una zona cerrada hasta que de golpe se nos abre nuevamente entrando en la zona de los rapeles más largos un 30 metros que nos deleitará y tras bajar en oposición un pasillo, realizamos un curioso rapel a través de la oquedad que deja un árbol caído y la roca y alguno más de menor entidad. La alegría dura poco, pues en nada se vuelve a cerrar y más destrepes por caos de bloques, incluso pasamos una gatera, nos entretendrán hasta llegar a una zona muy abierta donde es bien seguro que veamos circular las cestas del funicular con sorprendidos turistas haciendo fotos, y superamos este tramo con cadenas, cable de vida y alguna grapa evitando resbalar en las zonas más pulidas y que llevan un fino curso de agua, bajando una terraza tras otra con piedra suelta y descompuesta en puntos concretos. Volvemos a la vegetación y un par de rapeles encadenados muy bonitos con una pequeña badina ésta si limpia, nos dejan ya en la parte final zona que como comentaba es como una Vía ferrata y se puede ascender fácilmente y en nuestro caso evitar los rapeles y bajar forzando un poco, donde de nuevo la vegetación esta ya más salvable y nos deja en una Bauma preciosa donde poder practicar escalada de bloque y siguiendo el sendero en pocos minutos aparecemos en la carretera para ir a la derecha hasta encontrar la estación tras cruzar un puente sobre el rio, y tomar una cesta que nos sube por donde hemos descendido pero desde los aires claro está y nos da una visión más aérea de que hemos hecho. Una aventura que nos deja indiferentes aunque seguramente desde la distancia en la memoria nos juegue una mala pasada y creamos haber pasado menos vicisitudes de las que hemos vivido pero como digo "para coger peces hay que mojarse el culo". En total unas 5 horas cansadas…, pues aunque no lo puede parecer tanto la tecnicidad del mismo como los obstáculos con este calor agotan al más pintado. Saludos.
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