El escorpión común, recibe diversos nombres, entre los que se encuentra “Escorpión Amarillo”, “Alacrán”,etc.., aunque su nombre científico es “Buthus Occitanus”.
Pertenece a la familia de los artrópodos, por tanto mantiene una directa relación con los arácnidos.
Su tamaño oscila variando entre la hembra y el macho, siendo esta última mayor y pudiendo alcanzar con la cola desplegada entre 12-15 cm.
Tal y como indica su nombre, el colorido de toda la periferia de su cuerpo es amarillento y el cuerpo en si posee una tonalidad algo más oscura virando a marronosa.
Posee 8 patas y 2 pinzas anteriores conocidas como “Pedipalpos”, así como un aguijón venenoso ubicado en el extremo de su cola en forma redonda.
Su distribución alcanza desde la Península Ibérica, Sur de Francia, Norte de África, Chipre e Israel.
Su comportamiento es principalmente nocturno, momento en que aprovecha para cazar congéneres (Arácnidos) los cuales suele paralizar con el veneno de su aguijón.
Durante el día permanece oculto bajo piedras en canchales o matorrales, teniendo especial predilección por los entornos áridos y rehuyendo un tanto de los entornos húmedos, pudiendo ser el desencadenante de que pueda ser visto de forma activa los días de lluvia.
Siente una atracción irrefrenable por la luz, y tiene la peculiaridad de poder ser iluminado con una luz ultravioleta que hace que su exoesqueleto brille en la oscuridad.
Su mayor depredador, es el Lagarto Ocelado.
La picadura de este escorpión es considerada como de peligrosidad media, aunque puede ser fatal para jóvenes, ancianos o alérgicos al veneno produciéndose una reacción anafiláctica que debe de ser trasladado con carácter de urgencia a un centro hospitalario para ser tratado pudiendo convertirse en letal.
Por lo general existe una regla que hace referencia al tamaño de las pinzas anteriores, pues cuanto más pequeñas parece que el veneno es más letal. Las siguientes capturas fotográficas fueron realizadas en las proximidades a Montanejos, un día cálido de verano. Una circunstancia especial de apareamiento de esta especie, es que una vez tras la copula, la hembra devora al macho al igual que ocurre con otros animales como puede ser la Mantis Religiosa. Saludos.
Por lo general existe una regla que hace referencia al tamaño de las pinzas anteriores, pues cuanto más pequeñas parece que el veneno es más letal. Las siguientes capturas fotográficas fueron realizadas en las proximidades a Montanejos, un día cálido de verano. Una circunstancia especial de apareamiento de esta especie, es que una vez tras la copula, la hembra devora al macho al igual que ocurre con otros animales como puede ser la Mantis Religiosa. Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario