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REMEMBER ESPELEOLÓGICO

Rondaba el año 2002, cuando varios amigos con años de experiencia como son Félix y Esteban durante una charla me dieron a conocer sus vivencias en el apasionante y hasta entonces desconocido mundo de la Espeleología para mí, contagiándome el gusanillo.
La cosa no quedó hay pues acordamos un "bautizo Espeleológico" y elegimos por cuestiones laborales una fría noche de noviembre para mi sorpresa, pues lo primero que se me paso por la cabeza era que como nos íbamos a meter en una cavidad de noche pues no se vería nada, que sería mejor hacerlo de día.
Hay que ver lo que es la inocencia, lo recuerdo como si fuera ayer la cara de sorprendidos de mis amigos que al poco estallaron en risas y me explicaron que obviamente salvando la aproximación y localización del "avenc" en sí, que si no lo tenias ubicado de visitas anteriores o ibas con GPS como era el caso podía costar, pero que una vez situados en la boca la mayoría de ellos debido a la estrechez de los mismos o a su morfología al poco la luz desaparecía y debíamos usar una linterna frontal para progresar siendo indiferente el momento del día.
Yo ya tenía cierto bagaje en el mundo de la montaña, pues ya llevaba unos 10 años practicando diversas disciplinas todas ellas en espacios abiertos, pero tenía incertidumbre al respecto.
El "avenc" elegido fue el de "Can Sadurní", que con sus 84 metros de profundidad me pareció toda una aventura.
Aún recuerdo las explicaciones  y la parafernalia para ponerme el equipo, que me daban la sensación de estar predispuesto como un astronauta para internarme en la inmensidad del espacio, en este caso en la oscuridad de un "avenc" a la luz de las estrellas que puede parecer muy gratificante, pero os garantizo que tenia un nudo en el estomago que tardo en desaparecer.
Obviamente el material que use por primera vez no era el más técnico del momento pues recicle componentes de otras actividades, como podía ser un frontal "Petzl" de tres leds con una luz  escasísima que todavía le dio más ambiente, que posteriormente en otras salidas cambie por el mítico "Zoom" también de la casa "Petzl" que con esa bombilla amarilla, daba un toque clásico pero con más potencia, por no hablar de la carencia de uso de una pieza completa de mono, que a pesar de no haber estrecheces la ropa de montaña habitual se me subía y molestaba en muchas situaciones( más tarde usaria como primer mono uno de mecánico), o del arnés de escalada incomodo al máximo, pero en el fragor de la batalla no se podía hacer más.
El primer momento de anclarme con las bagas a la cabecera e iniciar el descenso con un "Dressler" a lo desconocido creo que fue el condicionante que hizo que esta actividad arraigara tan hondo en mi, pues por más que intentara vislumbrar a donde me llevarían mis movimientos solo albergaba a ver una corta distancia, creándome una constante sensación de adrenalina que recorría mi ser y que me hacía sentirme más vivo y despierto que nunca, aunque también el frio helador del momento también ayudaba.
El paso de los fraccionamientos no me resulto difícil pero el cambio de cuerda y tener que estar sujeto a la placa momentáneamente por las bagas me daba una sensación de fragilidad que logre superar y finalmente llegar al fondo donde la alegría me embriago.
Pero claro está quedaba subir, una ardua tarea que no supe hasta que no estuve arriba tumbado en el suelo con el cuerpo bañado en sudor y los brazos como dos barras de hierro mirando esas estrellas que nos iluminaban ahora de forma diferente después de haber estado sumergido en otra clase de oscuridad.
La experiencia fue enriquecedora al máximo y como una droga fue abriéndose camino en mi mente hasta nublar el resto de mis actividades por un tiempo y centrarme en la Espeleología únicamente  repitiendo actividad con Félix y Esteban en las cavidades del "Garraf" más cercanas y famosas, donde posteriormente Manolo, otro infatigable amigo de correrías hizo de conejillo de indias de mis aprendizajes autodidactas hasta que años después Tony hiciera que conociera una vez rodado en unas  50  cavidades, las más bonitas y a la vez difíciles, enseñándome y perfeccionándome.
Por entonces el desembolso de poco a poco de  algo de dinero hizo que renovara por completo el material, comprando el idóneo para esta disciplina y realizando con mejor soltura pasos angostos y travesías dentro del mundo subterráneo.
Las fotos que presento en el día de hoy corresponden tal y como describe el escrito a mis orígenes en cavidades del "Garraf" tales como el "Lluís Solà", el "llamp", "Aragalls", "Asensio", "Can Sadurní", "Morgan i Comas", "Ramon Valls", "Benjamín Digón" y cavidades en conglomerados como puede ser la "Cova Simanya" en "Sant Llorenç del Munt".
Les tengo un recuerdo especial aunque fotográficamente no aporten una belleza concreta y representan una muestra de mi vida que me alegro de poder compartir con vosotros y que espero poder seguir disfrutando y transmitiendo durante muchos años más.
Saludos.

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