Con esta tercera entrega de este compendio que hace referencia al uso combinado de
la brújula y el mapa para orientarnos en montaña damos por finalizado todos los supuestos que mayoritariamente nos podemos encontrar, abordando hoy la parte más dificultosa que sería el encontrarnos totalmente desorientados sin conocer nuestra posición en el plano físico y menos saber trasladarla al mapa, por tanto debemos de recurrir tal y como se explica a la técnica de triangulación combinado con el conocimiento del cálculo de rumbo inverso o contrarumbo para determinar por medio de elementos de referencia inequívocos en el terreno nuestra posición en él. Es obvio que conocer la técnica es esencial, aunque es determinante practicar mucho pues la correcta elección de los elementos que transportaremos al plano es donde reside la dificultad mayor pues es relativamente difícil. Espero haberlo ilustrado de la mejor forma posible y que os sea de utilidad. Saludos.
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